Un glosario de tokens

En el ecosistema de los tokens, los pools o pools de liquidez suelen referirse a una “reserva” de capital, normalmente en forma de un token específico o conjunto de tokens. Los pools desempeñan un papel crucial en las aplicaciones financieras descentralizadas, como el protocolo de préstamos Aave y la bolsa descentralizada Uniswap, ya que permiten a los usuarios añadir sus tokens a un pool para realizar un intercambio, obtener rendimiento o pedir un préstamo.

Aunque el ecosistema financiero descentralizado funciona bien, depende de las fuentes, o feeds, de precios del mundo real. Los feeds de precios se utilizan habitualmente para proporcionar datos sobre divisas como el dólar estadounidense, lo que permite que funcionen los tokens basados en el dólar conocidos como stablecoins. Los feeds de precios suelen ser proporcionados por oráculos como Chainlink, y desempeñan un papel vital en el ecosistema, ya que son cruciales para permitir casos de uso como las finanzas descentralizadas y los NFT.

Como las redes blockchain están descentralizadas por diseño, necesitan una forma en que los participantes de la red lleguen a un acuerdo sobre la validez de cada transacción. El método más popular para lograrlo es el Proof-of-Stake, un proceso en el que los validadores de la red “apuestan” sus tokens para verificar las transacciones y obtienen una recompensa a cambio de sus contribuciones. El Proof-of-Stake consume menos energía que el mecanismo de consenso Proof-of-Work y está ampliamente adoptado en la mayoría de las blockchains de “Capa 1”.

La blockchain Bitcoin fue pionera en un proceso conocido como Proof-of-Work para validar las transacciones. El sistema Proof-of-Work de Bitcoin depende de los mineros, que utilizan un potente hardware para comprobar las transacciones y asegurar la red. A cambio, reciben una recompensa en forma de BTC. Aunque el sistema Proof-of-Work ha garantizado la seguridad de Bitcoin durante toda su existencia, en ocasiones ha sido criticado por su elevado consumo de energía.

En el ecosistema de los tokens, los protocolos son conjuntos de reglas que permiten el almacenamiento y el intercambio de valor a través de las redes de criptomonedas. Bitcoin y Ethereum son ejemplos de protocolos blockchain, y Ethereum también alberga su propio conjunto de protocolos descentralizados que se ejecutan encima de la red. Los protocolos son la esencia de la blockchain, integrados en código y adoptados por millones de participantes en la red en todo el mundo.

Aunque las blockchains registran los datos de las transacciones en un libro de contabilidad público, puede resultar difícil encontrar información sin realizar muchas búsquedas. Proyectos como The Graph están trabajando para resolver este problema, actuando como una capa de consulta para encontrar datos a través de diferentes blockchains. Muchos proyectos fundamentales de tokens necesitan datos de otros proyectos para funcionar, lo que ha convertido a The Graph en un elemento esencial del ecosistema.

El ecosistema de tokens es su propio universo ilimitado que actúa con independencia del mundo tradicional. Sin embargo, algunos proyectos se basan en datos del “mundo real”, como los precios de activos como el oro o el dólar. Por lo tanto, cuando los usuarios de tokens se refieren al “mundo real”, suelen hablar de datos y bienes que existen fuera del propio ecosistema de tokens.

Ethereum está trabajando para resolver los retos relacionados con la incorporación de usuarios, centrándose en la creación de tecnologías que ayuden a la red a escalar para su adopción masiva. Podría decirse que la tecnología más importante para satisfacer las ambiciones de escalado de Ethereum son los Rollups de Capa 2, que se utilizan para agrupar transacciones y trasladar datos de la cadena base a una nueva blockchain. Esto reduce la congestión y permite mayores velocidades y menores costes de transacción. Los Rollups se presentan de dos formas: Optimistic y Zero-Knowledge, con proyectos clave como Optimism y StarkNet.

En el ecosistema de tokens, la escalabilidad se refiere al proceso de apoyar el crecimiento de la red, normalmente a través de innovaciones tecnológicas e infraestructuras como las soluciones de Capa 2. Las blockchains necesitan alcanzar la escalabilidad para apoyar a los nuevos usuarios e impulsar la adopción masiva de tokens. Aunque la escalabilidad sigue siendo uno de los mayores retos para redes como Ethereum, se espera que los nuevos avances preparen al ecosistema para crecer en los próximos años.